Minimalismo como estilo de vida

En el primer escalón dentro de la filosofía del yoga, el último precepto personal, hace referencia al desapego de lo material o lo que actualmente se relaciona como minimalismo.

¿Podrías vivir una rutina sin acumular? Pensamientos, objetos, emociones… ¿Podrías vivir SOLO con lo que realmente te hace feliz? ¿Dónde reside la verdadera felicidad?

¿Serías capaz de deshacerte de lo que no necesitas y quedarte con lo realmente necesario? pero, ¿qué es lo necesario y cómo identifico que lo es? ¿Es el minimalismo sinónimo de pobreza? 

En el artículo de hoy quiero compartir contigo mi visión acerca de cómo vivo yo el minimalismo y cómo me lo llevo al ámbito práctico en el día a día. 

Ojalá te sirva para que puedas bajar el concepto a tierra y aplicarlo, si deseas, en tus rutinas diarias.

¿Qué es el minimalismo?

La definición primigénia se origina en el ámbito del arte y la arquitectura. Y en general es la tendencia a reducir a lo esencial, despejando de elementos que sobran. En el arte, se enfoca en una disminución de la actividad del artista y un aumento de la actividad del espectador con el objetivo de estimular su intelecto.

La frase que resume la filosofía minimalista es el “menos es más” dicha por el arquitecto moderno Mies van der Rohe

Menos es más es la traducción del término inglés minimalism, puesto que este movimiento se origina en EEUU a principios de los 60.

Este término también se aplica a los grupos o personas que practican el ascetismo y que reducen sus pertenencias físicas y necesidades al mínimo.

¿Qué es para mí el minimalismo?

Para mí y bajo mi propia experiencia es 

  • Otra oportunidad para conocerte y ponerle conciencia a la vida. Al tener menos distracciones externas, tu atención va hacia lo importante, hacia dentro. Tu exterior es un espejo donde mirarte. Donde se refleja tu mundo interno. Tengo clavada esta frase: “Lo que es afuera es adentro“. La tengo comprobadísima: cuando estoy más dispersa mentalmente, resulta que están los platos por fregar u otras cosas desordenadas.
  • Un sinónimo de sostenibilidad. Indirectamente el minimalismo es sostenible. El concepto minimalista llevado al estilo de vida es un antónimo al consumismo, por tanto, a la no producción de nuevos objetos materiales y a su posterior desecho generando mayores residuos y contaminación. Así pues, el huir del consumo en exceso per sé es sostenible.
  • Orden y minimalismo van de la mano (al menos como yo lo veo). Solo tienes que hacer la prueba de entrar en un espacio sucio, desordenado, oscuro y con poca luza, con muchas cosas materiales, con mucha decoración a hacerlo en un espacio amplio, luminoso, con cada objeto en su sitio y sin que el mismo esté sobrecargado de cosas. No sé a ti, pero a mí la segunda imagen me trae paz mental. 
  • Minimalismo es libertad: cuando no tienes tantas cosas materiales que mantener/atender/invertir/cuidar tienes más capacidad de decidir qué hacer con tu tiempo, por tanto eres más libre. 
  • En la simplificidad está la abundancia: más allá de lo que se puede creer acerca de no tener tantas posesiones materiales o desprenderte de muchas de ellas, al embaucarte en este proceso te haces consciente de que en simplificar está la respuesta. El minimalismo te ayuda a darte cuenta de lo esencial, de lo verdaderamente importante y a diferenciar lo superfluo de lo necesario. Te libera de deudas, de inversiones y gastos de dinero innecesarios y por tanto, aumenta tu abundancia económica.
¡Todo son ventajas! ¿Lo vas viendo ya? 🙂 

Minimalismo y felicidad

El minimalismo está directamente relacionado con tu estado de consciencia y el desarrollo de tu persona.

No paramos de consumir, no paramos de llenarnos de cosas materiales, porque sentimos un GRAN VACÍO INTERNO.

Pensamos que ese vacío se va a llenar con eso que compramos, con ese pastel que nos comemos, con esas horas de redes sociales que pasamos, con esa persona que tenemos al lado, las horas en exceso que le dedicamos a ese proyecto de trabajo, con ese animal al que llamamos mascota, con ese hijo/a al que queremos moldear o yendo más lejos, con esa droga que nos tomamos.

Tenemos una adicción a llenar el vacío que ni siquiera sabemos que tenemos.

El vacío de la soledad, de no saber, de no ser suficientes.

Nos pasamos la vida buscando en una habitación oscura con una linterna que apunta hacia ninguna parte, cuando realmente hasta que no hacemos el ejercicio de girar la linterna y alumbrarnos, es vacío, ese agujero, no se llena.

Hay muchas corrientes que hablan acerca de “llenarte de ti” para dejar de buscar fuera. Para mí el objetivo es casi al contrario, hay que vaciarse de todo, para ir a la raíz.

Tenemos que vaciarnos, de vaciarnos de todo el exceso que nos sobra, tanto de lo material, como de creencias, condicionamientos, prejuicios, pensamientos limitantes, trabajos que no nos empujan a ser más expansivos, personas que nos hacen sentir pequeñas…

El vaciarse te ayuda a liberarte.

Y para mí el vacío y el minimalismo también son sinónimos. El minimalismo en general te ayuda a ser libre.

Cuando simplificas tu vida eres más libre y es entonces cuando eres feliz.

¿Desde cuándo considero que llevo un estilo de vida minimalista? ¿Cuál fue mi clic?

Siempre he experimentado por mi misma la frase de “para que algo nuevo entre, debes sacar lo viejo”.

Mi padre -sin ser el hombre muy minimalista- me inculcó esta creencia (gracias padre). ¿Por qué me lo decía? No lo sé. El caso es que me ha venido muy bien durante mi vida.

Personalmente, considero que se me da fácil el no tener tanto apego a lo material porque el movimiento me acompaña durante años. Hasta llegar a donde estoy actualmente (vivo en una furgo camperizada) he hecho muchísimas mudanzas en toda mi vida, aproximadamente me abré mudado unas 15-20 veces.

Hubo un lapso de tiempo de 7 años en los que me mudé unas 11-12 veces. Y hasta llegar a la Van viví en cuatro casas diferentes.

¿Qué te quiero decir con esto? El moverme tanto me ha enseñado a relativizar las cosas que iba teniendo y ver que cada vez que me mudaba, esos objetos se iban acumulando más, y a veces, no cabían en el nuevo hogar al que iba, con lo cuál, eso me ayudaba a replantearme a menudo si lo que tenía me servía o no.

De esa vivencia (sin leerme ningún libro, sin saber nada de minimalismo) saqué mi primera regla con la ropa: “Si no lo he utilizado en una temporada, no lo voy a utilizar más”.

Y aquí sí considero que soy firme en ello, no hay por si a casos que valgan (llevo 35 años conmigo, conozco como funciono) 

Pero no es hasta que decido parar mi vida e irme de viaje cuando ese CLIC sucede. Hace 5 años lo dejo todo y me voy al sudeste asiático con lo que me cabe en una mochila de 50L. Antes de partir monto un mercadillo “solidario” para vender y donar TODAS las cosas materiales que me habían acompañado durante ese lapso de 7 años de tiempo.

¿Por qué? Sentía que necesitaba cerrar una etapa, que lo que me pertenecía ya no me representaba y que para “ser otra persona” necesitaba liberarme de lo que ya no me servía, literal y metafóricamente hablando.

Pertenencias materiales, creencias, apegos emocionales, relaciones, trabajo…

¡Todo se quedaba atrás!

Esto es muy representativo de lo que sucede cuando acumulamos. Tendemos a acumular DE TODO y lo que acumulamos nos estanca y, como el agua que no dejamos correr, nos pudre.

¿En qué ámbitos puedes aplicar el minimalismo? Consejos prácticos

El minimalismo te lo puedes llevar a todos los ámbitos de tu vida, por eso y por tanto, este concepto es convertible en cultura o estilo de vida. ¡Vale pa’ to’! 🙂

De aquí en adelante te comparto “mis normas” o hábitos que utilizo y he ido integrando en cada área propuesta:

  • Ropa-objetos de casa: Habitualmente hago revisión de espacios cada tres meses aprox, elijo un espacio (despensa, ropa verano, ropa invierno, zona de despacho, zona manualidades, herramientas, etc). Si no lo he utilizado en 6 meses a 1 año. Lo dono, vendo o regalo. Sin miramiento. 🙂
  • Correos electrónicos: tu bandeja de entrada llena con 2340 mails sin abrir es cero sostenible, que lo sepas. Así que. DESUSCRÍBETE YA de las newsletters de las que no hayas abierto ningún mail desde hace dos a tres meses. Quizá estarás un ratito pero luego te quedas de un vacío que da gusto. Consejo extra: Ya que estás en modo revisión de mail, crea etiquetas y ordena los mails abiertos que quieras conservar por categorías. 

Tu bandeja de entrada te lo agradecerá y no te entrarán los siete males la próxima vez que entres a buscar el mail con el recibo del seguro del coche 😉

  • Canales de comunicación y RR.SS: Un poco lo mismo con tus redes sociales. ¿De verdad te da tiempo a consumir el contenido de las 1567 personas que sigues en instagram? Y es más, ¿el algoritmo te las enseña a todas? Lo dudo. ¡Deja de seguir a perfiles que ya no te inspiren, representen, te hagan crecer, expandirte, enseñen o para lo que sea que estés en instagram (si uno de esos perfiles soy yo, deja de seguirme, en serio, tu salud mental te lo agradecerá)

¿Cómo hago para no seguir a más de 100 personas? Misma norma: Si no he interactuado con el perfil al menos en los últimos 6 meses. C I A O

  • Fotos-documentos: Trata de digitalizar todos los documentos y ordenarlos por carpetas y categorías. Se pueden crear carpetas de fotos para que encuentres la foto que buscas en menos de 5 mins, en vez de hacer un scroll interminable hasta no encontrar nada.
  • Si estás emprendiendo: ¡Ay amigx! Este punto da para 850 artículos más, pero bajo mi experiencia y mi sentir actual: simplificar es la clave. Unas bases ordenadas y simples que comuniquen con intención lo que ofreces y cómo puedes ayudar a las personas vale más que el netflix de los servicios (hay tantos que te tiras media hora buscando lo que quieres y te vas del aburrimiento de no encontrar lo que necesitas en este momento).
  • Finanzas: El dinero. OTRO TEMAZO. Sin ser una experta en finanzas, lo que a mí me sirve es llevar una contabilidad semanal/mensual donde pueda tener mis balances y finanzas ordenadas, disponibles y a la vista para poner mucha más conciencia en lo que invierto/gasto. Algo que me he ahorrado es: Si no lo disfruto no lo compro/consumo/comparto. Es decir, ya no hago nada (en lo que haya dinero de por medio) que no me nazca, me apetezca y me haga sentir bien. No hago por hacer. 

Si me lo llevo al ámbito del ocio p.ej: No quedo a tomar algo con alguien si no me apetece, no voy al cine con alguien por ir, etc. Esto me ayuda a ponerle mucha más conciencia al dinero y a tratarlo mejor, a no derrocharlo y a darle el valor que se merece.

  • Estímulos sociales o interacciones: Y el punto anterior me lleva a este. Hace años, mi vida social era súper abundante. Los grandes grupos me representaban. Siempre se me ha dado bien la gente y unir a diferentes grupos de personas y que todo salga bien es un don que tengo. Pero también había muchas interacciones vacías, muchas personas de mis círculos estaban por estar. No nos nutríamos, solo nos hacíamos “de cubo de basura” (donde almacenar quejas, críticas, chismes ajenos, etc). Hasta que la venda cae y empiezas a relacionarte desde otro lugar. Ahora priorizo mi bienestar mental y emocional y primo la calidad de los vínculos versus la cantidad.
  • Alimentación: Una persona sin conflictos con la comida, habitualmente está sobre alimentada. La digestión constante desgasta a tu cuerpo. Le resta energía en vez de proporcionársela. Espaciar las horas en las que ingerir alimento es más saludable y sostenible que la antigua corriente de las X comidas al día. Personalmente sigo una alimentación más intuitiva y practico el ayuno intermitente de 13-14h a diario desde hace un año. El grado de inflamación basal y dolor menstrual ha disminuido de tal manera que esta práctica es para mi día a día y estilo de vida un INNEGOCIABLE.
  • Detox de Dopamina: ¿Puede ser este el mayor reto de los últimos tiempos? Pasar menos tiempo entre pantallas, rr.ss y dispositivos electrónicos, al menos, para mí es el objetivo del año. Pretendo reducir mi exposición a pantallas y sobre información a una hora al día de consumo. Pasando de consumir a producir información y contenido. 

Personalmente lo que me salva con esto son los recordatorios y gadgets del propio teléfono que, en la sección de salud digital, te encuentras diferentes configuraciones para temporizar y bloquear las diferentes apps que hacen que tu teléfono parezca una extensión de tu brazo.

  • Minimiza tus pensamientos. Para terminar esta parte y en relación con el punto anterior, la sobre información, el exceso de estímulos y un cerebro hiperproductivo, nos lleva a aumentar el “sobre pensar”, la ansiedad y nos influye, alterando, nuestro ciclo de sueño-vigilia. Estos hechos nos llevan a que nuestra salud mental cada vez esté más vulnerable. 

La meditación (y en particular la meditación vipassana -te cuento lo que es linkeando el vídeo-) te acompaña a “vaciar” tu mente, siendo otro GRAN CAMINO para que “el match” entre tu mente y tú se fortalezca y aprendas a utilizar a tu mente a tu favor y no en tu contra.

¿Cómo hacer para soltar sin apego?

Nos apegamos a las cosas materiales porque nos traen recuerdos. Eso es bonito, pero a la vez nos deja viviendo en el pasado (independientemente de que haya sido “buena o mala” la experiencia que recordamos) y nos ancla ahí. 

La vida está hecha para vivir en el presente. Eckhart Tolle dice en uno de sus libros “no hay nada que haya ocurrido nunca en el pasado, siempre ocurre en el presente. No hay nada que vaya a ocurrir en el futuro porque siempre ocurre en el presente” 

Piénsalo. Y vuelve a leer la frase. Dale una vuelta más.  

El momento presente es donde todo sucede. Si nos quedamos anclados en un recuerdo del pasado, bloqueamos el presente y bloqueamos la vida. No nos permitimos avanzar. 

Debemos entender que vivimos hacia delante y para evolucionar. Y para ello, es necesario soltar lo que no nos sirve del pasado. 

Soltar y desapegarse, en realidad, es lo normal. La naturaleza es desapegada. Los ciclos naturales funcionan con el desapego. Vivimos y Morimos. Para la vida y la naturaleza esto es seguir su curso natural, pero cuando la mente entra en juego, nos fastidia la partida. Con lo cuál ahí podríamos tener el primer bloqueo que no nos permite avanzar.

Darnos cuenta de ello, ponerle conciencia al asunto, nos ayuda a soltar sin dolor y a entender cómo funcionan los ciclos naturales. 

¿Cómo le ponemos conciencia a la vida? ¡Preguntando!

En el último vídeo del canal de Youtube de la temporada te comparto las preguntas que yo me hago para soltar sin dolor.

Adéntrate de lleno en el minimalismo

Si te has quedado con ganas de más, en esta lista de reproducción te comparto mis 4 vídeos más TOP sobre minimalismo:

– Te muestro TODAS las pertenencias materiales que tengo viviendo en la furgo

– ¡Te propongo un RETO de 30 DÍAS!

– Comparto contigo 3 hábitos minimalistas que puedes incluir en tu día a día.

– Te cuento mis 5 acciones para ser más sostenible llevando un estilo de vida minimalista.

¡Que los disfrutes! Te espero en comentarios

Un abrazo apretao’

Pat

Publicado 4 de julio de 2024

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